JUBILEO DIOCESANO
(septiembre 2025)
El pasado 20 de septiembre, Ávila acogió el Jubileo Diocesano de las Cofradías, convirtiéndose en lugar de encuentro y celebración para toda la Iglesia abulense.
La diócesis ha organizado una jornada, a la que han asistido todas las
cofradías de la provincia como de la capital, en la que han portado sus
estandartes, pendones e insignias como un testimonio de la religiosidad
en nuestra Iglesia abulense. En la cual ha participado la
cofradía de San Antonio de Padua, de Navalperal de Pinares.
Los cofrades y feligreses estuvieron acompañados durante la peregrinación por la imagen de Nuestra Señora de la Esperanza, de la Hermandad del mismo nombre, que habrá sido desde la parroquia de San Juan.
El acto tuvo lugar desde la iglesia de Santa Teresa hasta la Catedral
del Salvador, con el siguiente recorrido: Plaza de la Santa, Madre
Soledad, Corral de las Campanas, Cepeda, Plaza del Rastro, Plaza Pedro
Dávila, Cardenal Pla y Daniel, Teniente Arévalo, Plaza José Tomé,
Alemania, y plaza de la Catedral.
A las 19.30 h. comenzó la Eucaristía, presidida por el Obispo de Ávila,
Mons. Jesús Rico, en la que los cofrades y resto de feligreses pudieron
ganar el Jubileo.
Cofradías, escuelas de vida cristiana
Don Jesús quiso
subrayar también el papel fundamental de las cofradías en la vida de la
Iglesia, e insistió en varias ocasiones en la necesidad de que las
cofradías asuman con decisión su misión evangelizadora. El obispo
advirtió del riesgo de caer en un mero formalismo o en un activismo
vacío: “Podemos correr el riesgo de crear cofradías vacías, como se nos
recordó en el último Encuentro Nacional”.
Ante esa tentación, señaló el camino: “Las hermandades y cofradías han
de ser verdaderas escuelas de vida cristiana. No son asociaciones
cerradas en sí mismas, sino expresiones de eclesialidad que, con sus
diferentes estilos y sensibilidades, forman parte de la única Iglesia”.
El obispo subrayó que la piedad popular, que tantas veces se expresa a
través de las cofradías, es “una herramienta privilegiada de
evangelización”, especialmente en un contexto secularizado en el que
muchas personas se acercan a Dios a través de una procesión, una imagen
o una tradición religiosa. Pero recordó que esta misión solo dará fruto
si está cimentada en una fe viva: “La evangelización no se hace sin una
vida enraizada en Cristo, sin una fe profunda y adulta alimentada y
sostenida por el trato asiduo con Dios”.
Por ello, invitó a las cofradías a redoblar esfuerzos para ocupar un
papel protagonista en la vida de la Iglesia, acompañando a los fieles en
sus búsquedas espirituales, ofreciendo espacios de formación, oración y
fraternidad, y siendo signos visibles de comunión en medio de la
sociedad. “Más allá de diferentes formas de pensar, de estilos
distintos, nos une la certeza del Cristo viviente y de su Espíritu”,
afirmó.
Desde la Delegación episcopal para las cofradías y la religiosidad
popular se anima a todas las cofradías, patronatos y hermandades no solo
a participar, sino a vivir este día tan importante para toda la diócesis
con espíritu de fraternidad, comunión y compromiso, seguros de que
juntos daremos un testimonio elocuente de la vitalidad de nuestras
cofradías al servicio de la Iglesia y de la sociedad.
Texto: Diócesis de Ávila.
Al terminar la celebración, la imagen de Nuestra Señora de la Esperanza
regresó a la iglesia de San Juan Bautista.
© Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción 2025